martes, 10 de mayo de 2011

La huelga general paraliza Venezuela

Martes 11 de diciembre, 2001
Después de unos días de amenazas y acusaciones entre el Gobierno de Hugo Chávez y los sectores empresariales y sindicales de Venezuela, llegó ayer la huelga general. La patronal y los sindicatos, unidos por primera vez en contra de la política decisionista y autoritaria del presidente Chávez, organizaron ayer una huelga de 12 horas que, según los datos de los organizadores, paralizó al país. La Federación de Cámaras de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras), que aglutina al 70% de los trabajadores y genera el 90% del Producto Interior Bruto (PIB) del país andino, fue la primera en llamar al paro contra el paquete de 49 leyes económicas decretadas esta semana por el Ejecutivo. A la convocatoria se unió la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), el principal sindicato del país, con 900.000 afiliados, y los trabajadores de la Administración Pública.
Las nuevas normas tienen en común una visión política muy orientada al Estado y traspasan al sector público algunas competencias que antes pertenecían al sector privado. Entre ellas, destaca la Ley de Tierra que autoriza la expropiación de "latifundios ociosos" para redistribuirlos a los campesinos sin tierra. El mundo empresarial venezolano también critica la Ley de Hidrocarburos que prevé un aumento de los impuestos a la extracción de crudo.
Sin embargo, la adhesión de la CTV a la huelga se debe principalmente a que Chávez legisló bajo al amparo de la Ley Habilitante, que le autorizaba a saltarse la aprobación del Congreso. El presidente, tras promulgar las nuevas normas, rechazó cualquier forma de diálogo con los opositores e incluso tachó la llamada al paro general de "antidemocrática". Ayer, mientras el país se paralizaba por la protesta, el mandatario pronunció un discurso en conmemoración de los 81 años de la Fuerza Aérea Nacional. Chávez acusó a la Fedecámaras de estar a favor de los corruptos y querer bloquear la evolución de Venezuela. Durante el discurso, los vecinos del aeropuerto de La Carlota, donde Chávez habló, manifestaban su desacuerdo haciendo sonar cacerolas y el polémico presidente declaró que "(la huelga) no me da ni coquito (no le preocupa)".
Por su parte, la Fedecámaras hizo públicos los primeros datos sobre la adhesión a la huelga. Cerró el 100% de los mercados mayoristas, las franquicias, los centros comerciales, los colegios, las universidades y los institutos universitarios privados. En el aeropuerto quedaron suspendidos los vuelos nacionales, cerraron las grandes cadenas farmacéuticas y las clínicas privadas sólo atendieron las emergencias y a los pacientes hospitalizados. Además, el 85% de los automercados y supermercados y el 80% de los colegios públicos mantuvieron sus puertas cerradas.
Las compañías extranjeras que tienen filiales en Venezuela no pudieron adherirse a la huelga debido a que los contratos con los ministerios les obligan a no secundar los paros. La única excepción corrió a cargo de las 1.000 firmas representadas en la Cámara de Comercio Americana-Venezolana.

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